Racing dominó a Botafogo y quedó a un pasó de la Recopa Sudamericana

Con goles de Vietto y Martínez, la Academia venció 2-0 al último campeón de la Copa Libertadores y quedó muy cerca de un nuevo título internacional.

Fue 2-0 contra Botafogo en la ida de la Recopa Sudamericana pero pudo ser mucho más. Porque Racing contagia. Porque Maxi Salas contagia. Porque Maravilla Martínez contagia. La espinita que quedó es que la diferencia estuvo muy cerca de estirarse para ir con una ventaja superior a la vuelta, aunque no lo logró.

Sin embargo, el equipo demostró que sigue teniendo el mismo ADN que lo llevó a quedarse con la Sudamericana; que sigue siendo el mismo que generó una identificación muy fuerte con los hinchas, que sigue representando la intensidad que Gustavo Costas tiene del otro lado de la línea de cal.

Después de las derrotas contra Tigre y Argentinos Juniors, la Academia hizo borrón y cuenta nueva, entendió lo que se jugaba y salió al Cilindro con otro ímpetu. El “para nosotros es el sueño que tenemos desde que ganamos la Sudamericana” que dijo el entrenador en las últimas horas se sintió en la entrega y la determinación de los jugadores. Porque sin brillar, Racing supo jugar con la presión de sus fanas, supo jugar con la presión de lograr un resultado positivo de cara a la revancha.

El local tomó la iniciativa, trató de replicar el 3-4-3 que lo llevó a coronarse en la Nueva Olla frente a Cruzeiro y, a pesar de las bajas sensibles de Santiago Sosa y de Agustín García Basso por lesión, no desentonó y puso en aprietos a un Fogao que fue una ilusión óptica del que levantó la Libertadores ante Atlético Mineiro en el Monumental. Es que viene padeciendo la salida del (ahora ex) DT Artur Jorge y el éxodo de 14 campeones (Luiz Henrique y Thiago Almada, los más destacados) en el Carioca, campeonato en el que está sexto, y ayer lo volvió a padecer.

JUEGO RAPIDO Y ANCHO DE BANDAS

La idea estuvo clara desde el inicio del encuentro en Avellaneda. No quiso complicarse con la pelota, buscó el juego rápido buscando la potencia ofensiva de sus delanteros y ser ancho por las bandas con Gastón Martirena y Gabriel Rojas.

Con el equilibrio de Juan Nardoni y Bruno Zuculini (el DT optó por él en lugar de Agustín Almendra, quien fue al banco) en el medio, Racing empezó a lastimar con el coraje y el entusiasmo de Salas: tuvo un remate de zurda que se fue apenas por encima del travesaño y, más tarde, John le ahogó la apertura del marcador.

Mientras la Academia mostró tenacidad, el conjunto brasileño reflejó nerviosismo ante la imposibilidad de lastimar. Alexander Barboza, justo un ex Independiente, tuvo dos manos seguidas y, como si fuera poco, cometió un insólito penal a Maravilla para facilitarle el 1-0 a su rival. Ahí, cuando las papas quemaba, Luciano Vietto (fue reemplazado en el PT por una molestia en el isquiotibial izquierdo, misma lesión que lo había marginado contra el Bicho), de gran inicio en este 2025, agarró la pelota, no le tembló el pulso y convirtió el penal para llegar un poco más de tranquilidad a los hinchas.

Lejos de especular con el resultado, los de Costas no se tiraron atrás y, por el contrario, crecieron en el nivel futbolístico, no sufrieron y tuvieron mayor volumen. El segundo apareció con una combinación típica de este equipo entre Salas y Martínez para luego coquetear con el tercero e ilusionarse con ir por todo a Río de Janeiro.

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