Soloaga valoró el sublime rol humanitario de las madres

El presidente de la comisión de fomento de Cañadón Seco, Jorge Soloaga, presidió el sábado el acto de homenaje a las madres,  en cuyo transcurso se obsequiaron rosas y de manera especial numerosos plantines a quienes concibieron bebés durante 2022, a embarazadas y a vecinas pioneras de esta comunidad.

El emotivo encuentro se realizó en la arbolada y emblemática Plaza de la Mujer, donde hay una glorieta, esculturas y un mural dedicados al género.

En principio se rindió un minuto de silencio en memoria de las fallecidas y posteriormente se colocó el farol de luz junto al monumento dedicado a las madres.

Además, todas las presentes fueron invitadas a participar por la noche de un evento artístico en el Cine Teatro Comunal, en el cual actuaron afamados cantantes.

Al hacer uso de la palabra, Soloaga resaltó que la sublime condición de ser madre no se limita solamente a quienes engendran una nueva vida, sino también a todas las mujeres “que entregan su alma, su corazón, fuerza, energía, devoción y protección”.

También tuvo palabras de elogio para las pioneras que asentaron en esta zona, citando como ejemplo a la primera de ellas que fue María Murillo de Alonso y también a María Dacal.

No olvidó mencionar a “las madres del dolor”, cuyos hijos fueron militantes políticos que luchaban por una sociedad mejor y fueron perseguidos e incluso asesinados durante la última dictadura militar y también a aquellas que perdieron a sus hijos en accidentes.

Por otra parte cuestionó al rol de algunas religiones que menoscaban el rol de la mujer al exigirles que tapan sus rostros y las reprimen cuando no cumplen con ese tipo de pseudos postulados como ocurre hoy en Irán, donde se registran serios incidentes por ese motivo.

También se remitió a la historia de Juana de Arco, joven heroína francesa del Siglo XIII, quien recibió un mensaje divino y encabezó una lucha de su pueblo contra el imperio británico.

Tras ser dominada y calificada por sus enemigos externos e internos como un personaje demoníaco, la condenaron a morir en la hoguera, aunque la historia la reivindico como una santa.

Soloaga recordó que ella no fue madre pero representó ese don al ponerse sobre sus hombros la libertad de todos los hijos de su pueblo e hizo una comparación con el rol que desplegó María Eva Duarte en la Argentina, quien tampoco pudo engendrar hijos e igualmente fue denigrada de manera más vil por la oligarquía y otros personajes.

“Esto es lo que venimos a decir hoyen este día especial a todas las madres que representan el amor, la causa más sublime en la historia de la humanidad”, puntualizó.

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