Una mujer con retraso mental estuvo cautiva 30 años

Una joven de 25 años llegó a la localidad chubutense de Tecka en el año 1985 y no volvió a ser independiente, ni contar con vida social, ni consultas médicas hasta que fue rescatada cuando tenía 55 años. Ahora su "explotadora", a la que ella llama patrona, deberá pagarle una mensualidad.

Paradójicamente, una mujer vivió 30 años cautiva, obligada a tareas domésticas sin percibir remuneración, en una estancia de Tecka llamada "La Cautiva". Por el caso, se conoció que el juez federal de Esquel, Guido Otranto, procesó a una mujer por el delito de trata y explotación laboral. La víctima fue otra mujer de 55 años en situación de vulnerabilidad y con retraso mental, que trabajaba con tareas domésticas en la estancia de la acusada.

Sobre la historia del caso trascendió que la imputada la habría trasladado y mantenido en condición de servidumbre durante casi 30 años, entre 1985 hasta 2014, de manera ininterrumpida, "sin salario alguno, seguro médico ni horarios de descanso. No se le hacían aportes, no tenía la llave de la casa y no salía sola del domicilio a menos que fuera a comprar pan. Nunca se tomó vacaciones y dormía en la habitación de la acusada, así estaba disponible las 24 horas".

Según el procesamiento difundido a través de Fiscales.gob.ar, desde su traslado la víctima paulatinamente fue quedando desvinculada de su hogar de origen y de su familia. La imputada era su núcleo inmediato y su único vínculo social. Carecía de condiciones para manejarse con autonomía debido a su padecimiento mental, lo cual "acentuaba la subordinación a la voluntad de la ahora procesada".

Cabe señalar, que en su testimonio, la víctima aseguró que a lo largo de esos 30 años no recibió ningún tipo de tratamiento o asistencia para sobrellevar los obstáculos de su discapacidad, ni un seguimiento de su salud en general.

Obtuvo su documento de identidad recién en octubre de 2014, casi no salía de la casa sola y, si lo hacía, era solamente para realizar compras o realizar pagos.

El destrato para con la mujer incluía que recibía como única vestimenta la que ya no usaban en la familia y la alimentación se basaba en los restos de la comida, pero bajo condición de no tardar en sus tareas.

En cuanto a la llegada de la mujer con tan solo 25 años a la estancia, se conoció que la imputada había viajado en 1985 junto a su marido -ya fallecido- al paraje Pocitos de Quichaura, donde residía la víctima y la familia. La pareja buscaba personal de servicio doméstico para su vivienda y su casa de la Estancia "La Cautiva", ubicada en el Paraje de las Sierras de Tecka. Se contactaron con el padre de la joven y, valiéndose de su vulnerabilidad socioeconómica, la trasladaron hasta la vivienda para que realizara servicio doméstico sin ninguna contraprestación.

PROCESAMIENTO
Otranto ordenó la intervención a la Defensa Pública y al Ministerio de la Familia a fin de que asista a la víctima para iniciar un proceso de reinserción social y familiar. Además, juez instruyó a la Delegación Esquel de la Administración Federal de Ingresos Públicos para que se determine y ejecute la deuda generada por el incumplimiento de la obligación de la procesada de realizar aportes y contribuciones como empleadora de personal de casas particulares.

De este modo, se ordenó embargar los bienes de la acusada por 200 mil pesos y le prohibió salir del país. La acusada deberá depositar mensualmente la remuneración correspondiente para la víctima así como la presentación mensual de una copia del recibo de pago del salario, certificar el pago mensual de los aportes y contribuciones correspondientes al empleador de trabajadores de casas particulares.

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