Travis Tolliver fue uno de los denominados "niños del silencio", bebés que eran robados en la dictadura chilena y que pertenecen al denominado caso del sacerdote Gerardo Joannon -quien actuó como intermediario secreto entre las familias acomodadas de Chile-, dados por muertos y entregados en adopción ilegalmente.
Hace unos días logró encontrar a su madre biológica, Nelly Reyes, a quien le informaron que su bebé había muerto. El bebé recién nacido creció en Tacoma, Washington (Estados Unidos), con una pareja que no sabía que su madre biológica trataba desesperadamente de encontrar a su hijo.
Tolliver aseguró que siempre supo que era adoptado pero no sabía que lo habían robado cuando era bebé en Chile, unas horas después de haber nacido.
Según la investigación publicada por la CNN en Español, Nelly Reyes- madre de Travis -tuvo un embarazo normal cuando tenía 19 años, sin embargo "horas más tarde de dar a luz me dijeron que había muerto" producto de un trastorno cardíaco. Pero nunca le mostraron el cadáver ni le dieron un certificado de defunción.
Travis y Nelly se conocieron finalmente, después de 40 años: "lo abrazaré todos los días. Lo amo tanto", dijo la madre -que no habla inglés y su hijo, tampoco español- en medio del abrazo que se dieron en el aeropuerto.
El hombre lloraba de alegría: "no sé cómo me siento. Es una locura. No pensé que esto podría pasar. Ya saben, no me habían entregado voluntariamente como lo creí durante todos estos años, así que eso hace que mi corazón se sienta maravillosamente, pero se trata de reconciliarse con eso. Todo esto me parece irreal", dijo.