Un clérigo británico de 69 años murió después de una noche de sexo y drogas con un sacerdote belga que luego fue arrestado, según informaron autoridades locales este sábado.
El hombre, de 69 años, cuyo nombre no ha sido revelado, pasaba la noche del jueves con su compañero belga, de 60 años, en una casa del clero en Kalmthout, cerca de Amberes (norte del país), cuando se sintió mal, según detalló la fiscalía. Poco después de medianoche, el sacerdote belga llamó a los servicios de emergencia, que no pudieron reanimar a su compañero.
"Parece que los dos hombres habían consumido éxtasis y pastillas, y habían tenido relaciones sexuales. También se encontraron dos píldoras de éxtasis", especificó la fiscalía. "En el cuerpo de la víctima se encontraron restos de estupefacientes", agregó Kristof Aerts de la fiscalía de Amberes.
La autopsia no proporcionó por ahora ninguna información concluyente sobre la causa de la muerte del religioso británico. Sin embargo, un análisis de orina inicial mostró que se había consumido éxtasis.
El sacerdote belga, de 60 años, quedó bajo arresto por cargos de tráfico de drogas con resultado de muerte. Ya prestó declaración y el fiscal sólo reveló que "algunos elementos de su declaración requieren mayor investigación".
Posteriormente fue puesto bajo arresto y ahora enfrenta cargos de "tráfico de narcóticos con resultado de muerte". Según informes, el hombre había estado visitando a sus colegas coincidiendo con la visita del Papa Francisco a Bélgica.
La información se conoció justo en el penúltimo día de la visita del papa Francisco a Bélgica, que trajo varias críticas de distintos sectores del país.
Es que en una reunión con dignatarios belgas el viernes, tanto el rey Felipe como el primer ministro Alexander De Croo pidieron acciones más concretas para ayudar a los sobrevivientes de abusos por parte del clero católico. Y en eventos posteriores en dos universidades católicas, funcionarios denunciaron su postura sobre el papel de la mujer en la Iglesia y la sociedad.
Francisco no mencionó específicamente las críticas en su último evento en Bélgica el domingo, una celebración de una misa en el estadio de fútbol Rey Balduino de Bruselas. Pero el Papa añadió algo al texto preparado para su sermón e hizo una enérgica condena del abuso del clero católico.
El Papa también enfrentó escrutinio el sábado cuando se dirigió a una audiencia en la UCLouvain: los profesores y estudiantes emitieron un comunicado de prensa momentos después de que terminó de hablar, diciendo que querían expresar su "desaprobación" de sus puntos de vista.