Detuvieron al sujeto que amenazó a manifestantes en la vigilia de Cristina

El joven intentó pelearse con militantes que se encuentran en las inmediaciones de Juncal y Uruguay. La Policía Federal intercedió y logró reducirlo.

Un repartidor de Rappi fue detenido por la Policía Federal este miércoles en las inmediaciones de la casa de Cristina Kirchner luego de insultar a la vicepresidenta e intentar pelearse con un grupo de militantes kirchneristas que realizaban otra noche de vigilia en la esquina de Juncal y Uruguay.

Fuentes policiales informaron a NA que el hecho se produjo en la esquina de las calles Juncal y Uruguay, donde este sujeto de 21 años frenó su bicicleta y empezó a insultar a la ex presidenta, quien llegaba a su domicilio y firmaba libros, al tiempo que se sacaba fotos con la gente.

"Cristina, la concha de tu madre", gritó el delivery, mientras pasaba con su bicicleta. Algunos militantes le respondieron el insulto y fue entonces que se bajó del rodado, sacó una llave inglesa de su caja de repartos y fue a buscar a los manifestantes.

Personal de la Policía Federal que se desempeña en el lugar como custodia de Cristina Kirchner, junto con otros efectivos procedieron a la detención del hombre, quien al momento de la aprehensión lesionó a uno de los uniformados al pegarle con la herramienta en el muslo y la rodilla izquierda.

Se labraron actuaciones judiciales y el detenido se encuentra a disposición del Juzgado de turno

Interviene la Unidad Fiscal de Fragancia Este, a cargo de Juan Pablo Iglesias.

De inmediato, un grupo de agentes de la Policía Federal logró interceptarlo al joven y, luego de reducirlo, finalmente fue detenido.

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Vigilia en la casa de Cristina Kirchner

La manifestación de apoyo a la expresidenta se mantenía en la calle Juncal, casi esquina Uruguay, en el barrio porteño de Recoleta, sin interrupción del tránsito vehicular durante el día, ya que los simpatizantes kirchneristas se mantenían sobre la vereda a la espera de la salida de la Vicepresidenta de su domicilio.

Con una gran presencia de manifestantes, la vicepresidenta arribó a su casa a las 20.25, rodeada de celulares que intentaban una foto y brazos que buscaban un saludo. La titular del Senado se acercó a quienes aguardaron toda la tarde su llegada para firmar ejemplares de su libro "Sinceramente", mientras la multitud cantaba y alentaba con los brazos en alto.

La vigilia de los manifestantes comenzó el lunes 22 de agosto, luego de que el fiscal Diego Luciani solicitara, en el alegato que formuló en el juicio de la obra púbica en Santa Cruz, una condena de 12 años de prisión e inhabilitación para ejercer cargos públicos para la Vicepresidenta.

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